miércoles, 14 de agosto de 2013

El Santo Grial.


Muchos estudiosos creen que el Cenáculo "la habitación en la que tuvo lugar la Ultima Cena", y el Santo Cáliz eran propiedad de la familia de San Marcos, el evangelista, que hizo de intérprete de san Pedro en Roma.

        San Marcos y San Pedro vivían en relación estrecha y parece tener sentido que San Marcos diera la Santa Copa a san Pedro, por la simple razón de que era muy importante para los primeros cristianos usar reliquias en la liturgia, y Pedro era la cabeza de la Iglesia.

        La tradición española afirma que San Pedro se llevó el Santo Cáliz consigo a Roma, donde lo pasó a sus sucesores hasta la persecución de Valeriano, en el año 258.

        Debido al grave peligro de que la preciosa reliquia cayera en manos de los romanos, san Sixto II, sabiendo que pronto sería martirizado, confió la copa a su tesorero y diácono, san Lorenzo. Éste a su vez la dio a un soldado español pidiéndole que la llevara a Huesca, España, donde sabía que su familia se haría cargo de ella.

        Esta antiquísima tradición se apoya en muchos factores: el canon romano de la Misa, el hecho de que la copa no se menciona en Roma hasta el siglo III, varios documentos, y la presencia tradicional e histórica del Santo Cáliz en España.
¿Cuál es su teoría sobre la historia del Santo Grial y la actual ubicación?

        Mucha gente cree que hay cientos de posibilidades sobre el auténtico Santo Grial, según el viejo dicho de que si se reunieran todos los pedazos de la Verdadera Cruz extendidos por el mundo, habría madera suficiente para una docena de cruces. No es éste el caso.

        Es verdad que en el siglo XVI había unas 20 copas que reivindicaban el honor de ser la auténtica usada por Jesús en la Ultima Cena. Pero hoy ninguna de ellas es considerada auténtica, con la excepción del Santo Cáliz de Valencia y la copa de plata de Antioquía.

        La copa de plata de Antioquía tiene una capacidad de dos litros y es demasiado grande para poder pasar de mano en mano, en torno a la mesa de la Ultima Cena durante la comunión eucarística. Lo interesante, sin embargo, es el hecho de que san Jerónimo mencionara que había dos copas sobre la mesa de la Ultima Cena, una copa de plata que contenía el vino para la cena, y una de piedra que fue usada para la institución de la Eucaristía.

        Sólo el Santo Cáliz de Valencia, con la parte superior de piedra de ágata, responde a la descripción de san Jerónimo acerca de la copa usada por Cristo en la consagración. Cuando se examina su tradición e historia en detalle, es completamente evidente que todo concuerda. No creo que alguien pueda desautorizar la teoría de que el Santo Grial es en efecto el Santo Cáliz de Valencia, España.

¿Qué fábulas modernas equivocadas han detectado los modernos estudiosos sobre el Santo Grial y sobre quienes estuvieron implicados en su traslado?

        Cuando hablamos del Santo Cáliz de Valencia, uno de los problemas ha sido una laguna de información sustancial y sobre los hechos que van más allá de la tradición de san Lorenzo, y otra ha sido la afirmación errónea de que hay muchos griales que reclaman ser el que el Papa Sixto II dio a San Lorenzo.
        Los hechos a menudo se mezclan con afirmaciones falsas y material legendario, de tal manera que hacen dudar sobre la posibilidad de llegar a saber la verdad.

        Un serio rival de la tradición de san Lorenzo, al menos en la opinión popular, es la leyenda de que José de Arimatea llevó el Santo Grial a Inglaterra.

        Está basada en el poema «Joseph of Arimathea», del poeta Robert de Boron, que confirma la leyenda apócrifa de Nicodemo, añadiendo que José de Arimatea llevó el Grial a Glastonbury, para unir la cristiandad a los huesos del legendario Arturo que se suponía habían sido enterrados allí.

        Narra que José de Arimatea recogió la sangre de Cristo en una vasija que fue usada como bandeja para el pan y el cordero pascual en la Ultima Cena, y luego la entregó al dios celta Bron que la llevó a Occidente como un talismán de inmortalidad.

        No es difícil comprender que esta leyenda no se basa en nada jamás probado y el grial en este caso no es una copa histórica, sino más bien una bandeja que no existió en realidad. 

Nos encontramos ante un ejemplo perfecto de mezcla de fantasía y realidad, literatura y leyenda que permite muchas discusiones sobre el Santo Grial.

Saludos.
LBal.

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