
La fiebre del oro de 1850 aceleró el desarrollo de estos jóvenes sistemas políticos y sociales. En abril de 1851, Edward Hargraves encontró oro en Summer Hill Creek, en el centro-este de Nueva Gales del Sur. Como había ocurrido con la fiebre del oro de California, un gran número de gente acudió en busca del preciado metal. Estos inmigrantes se concentraron en Victoria, en Mount Alexander, Ballarat y Bendigo. Durante los siguientes diez años, Australia exportó más de 124 millones de libras esterlinas sólo en oro.
En 1861, la población asentada alcanzó la cifra de casi 1,2 millones, lo que suponía que se había triplicado desde los 400.000 habitantes de 1850. Británicos, americanos y canadienses se unieron a la migración hacia las colonias del este.
En 1860, los campos auríferos empezaron a perder auge. Aunque la exportación de lana mantenía la prosperidad de las colonias, el problema colonial recaía en el papel que tendría que desempeñar el gobierno respecto de la economía. La construcción del ferrocarril se convirtió en una realidad; entre 1875 y 1891, el total de vías ferroviarias aumentó de 2.575 kilómetros a más de 16.100 kilómetros.
Saludos.
LBal.
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