El miércoles el Bundesbank confirmó que tiene la intención de repatriar una parte de sus reservas de Oro, lo que provocó una conmoción en los medios financieros: antes del 2020 quiere repatriar 674 de las 2.319 toneladas métricas almacenadas en el extranjero. Esto implica transportar 300 toneladas desde Nueva York (de las 1.500 almacenadas allí) y todas las 374 toneladas almacenadas en París. Tal como ilustra este gráfico de Bloomberg, para el 2020 el banco calcula tener un 50% de su Oro en Frankfurt, 37% en Nueva York y 13% en Londres.
Ambrose Evans-Pritchard del Daily Telegraph hace referencia a esta noticia en un artículo titulado “El nacimiento de un nuevo patrón Oro". Esta es una de las referencias más claras que hacen los medios convencionales a la creciente importancia del Oro como un activo de reserva, así que es bueno que este asunto esté cada vez más reconocido. En relación al Oro alemán Evans-Pritchard escribe:
"El Bundesbank reaccionó a una fuerte presión popular y al acoso por parte de los legisladores del Bundestag para repatriar el Oro alemán. Pero este no es el final de la historia. El hecho de que exista tal presión popular – y está bien organizada – refleja la pérdida de confianza entre las grandes democracias y los poderes económicos. Es un hecho político nuevo en el sistema global."
La pérdida de confianza en los activos de papel así como en el sistema financiero en conjunto es lo que lentamente está haciendo subir los precios de los metales preciosos. Los gobiernos dan por hecho esta confianza, pero cada vez más empiezan a sospechar lo contario. En palabras de Doug Casey, “estamos viviendo en la burbuja más grande de la historia" – la burbuja del dinero fiat y de los bonos. Cuando estalle todos nos daremos cuenta.
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